1999. Parece que fue ayer pero hace más de veinte años (y sucedió durante el siglo pasado)) del primer título de Grand Slam de Serena WIlliams. Por cosas así opino – siempre lo he opinado y defendido -, que Serena es una de las más grandes de la historia (si no la más grande) y, más allá de esa frustración que está arrastrando últimamente por no poder sumar su vigesimocuarto grande (se dice pronto), la pequeña de las Williams ya tiene reservado un lugar en el olimpo del tenis (sin género).
Y sí, ta tardaba en aparecer en este listado de partidos contra el confinamiento, lo sé.
Aquel año, Serena se plantó en la final del US derrotando, nada más y nada menos, que a la número 4 del mundo, Mónica Seles (que también ha pasado ya por aquí), a la 2, Lindsay Davenport, y, finalmente, haciendo morder el polvo a la número 1, Martina Hingis. Todo ello con 17 años y sólo tres títulos a sus espaldas (París, Indian Wells y Manhattan Beach – acabaría sumando, también, la Grand Slam Cup).

En Nueva York, por cierto, no sólo conquistó el título de individuales, al día siguiente de su éxito ante Hingis, logró el título de dobles con su hermana Venus.
La historia de la leyenda de Serena, por lo tanto, empieza justo aquí, en un partido que se resolvió en dos sets y en el que ya se pudieron ver las razones que la llevarían a ser una de las grandes dominadoras del circuito durante – casi – dos décadas (muy a pesar de Martina – que, por cierto, siempre fue una de mis debilidades-).
Disfruta…
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