Siempre me preguntaré hasta dónde podría haber llegado Monica Seles de no haber sido apuñalada el 30 de abril de 1993 por aquel fanático en Hamburgo. Nadie lo sabe. Es fácil intuir que su lugar en la historia merecía un recuerdo mucho más relumbrante del que conserva por méritos propios, gracias a esos 9 grandes que atesora en su palmarés, pero yo sólo sé de bolas amarillas, las de cristal no son mi fuerte
Así que hoy me centro en el nacimiento de la leyenda. La final de Roland Garros 1990 en la que una jovencísima Monica Seles (16 años) batió en una final de poder a poder a la entonces dominadora Steffi Graf (que ya ha pasado un par por este recopilatorio, precisamente por perder la final del 89 ante Arantxa). Más allá del partido, que también, lo que realmente recuerdo de aquel torno, de aquella final, fue la sensación de que Seles era el futuro del tenis femenino. Que lo iba a cambiar todo, que nos dirigíamos hacia una era en la que la potencia iba a dominar el circuito.
El resto, es historia.
Disfruta de esta final. Otro gran momento tenístico para pasar mejor las horas de este confinamiento.
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